Hay días en que no pasa nada.
Y otros en que pasan cosas increíbles.
Angus es el niño más salvaje que se ha visto en el pueblo.
Ahora está corriendo por el bosque, saltando los troncos, esquivando las piedras…
Elige los caminos más rápidos porque ya los conoce.
Va directo.
A casa.
Volando.
Entra y le da un abrazo fuerte a su familia, como siempre.
Llega a su habitación, y esconde el pequeño objeto de tela de colorines debajo de su almohada, como le dijo la anciana del bosque…
Todo sucedió así:
Primero se asustó un poco, mientras jugaba a hacer una figura de barro en un pequeño pozo, una señora misteriosa apareció con una enorme y bonita sonrisa por el sendero que
baja de la cima de la comuna de Bunyola, juntaba hierbas y las guardaba en su morral.
Pero no, en realidad no daba miedo, porque parecía muy buena, tenia flores blancas y amarillas en el pelo largo y blanco. Y tres lanas de colores ataban la trenza.
Se sentó en la roca roja que está bajo el algarrobo, a descansar un poco, porque hacía mucho calor, y Angus, el niño del bosque, habló con ella.
Se presentaron mientras el sol ya tenia ganas de irse a la cama.
Y no se sabe bien cómo, ni cuánto tiempo le llevó, pero le contó una historia que su mamá le había contado porque su abuela se la había contado, porque la había escuchado de su
bisabuela y así quien sabe desde qué época viene todo esto…
“- esta es una bolsita muy importante, no es una bolsita cualquiera, cualquier persona puede mirar dentro y ver solamente piedras, plumas, tronquitos, flores secas, hojas,
huesos, cortezas, bolitas de barro, semillas….-“
Y le enseña el contenido .
“-pero porque tienes esas cosas tan raras en tu bolsita?-“
“- para mi es totalmente diferente, porque son mis tesoros extraordinarios, por ejemplo, -ves esta piedra gris?-“
Es una piedra, gris, normal
“- esta piedra somos mi amigo Pep y yo comiendo una piña en la playa de Es Trenc, cuando éramos niñ@s..-“
“- ¿y esta pluma ?-“
Una pluma, de paloma, común…
“-es Paquita, mi amiga, cantando una canción muy divertida con su guitarra verde, en la fiesta del pueblo…”
Angus escucha lo que dice, pero no entiende bien todavía.
“-¿esta corteza de roble?, puedes tocarla si quieres, tiene muchos muchos años”
“-ahí en ese agujero de la corteza tenía clavado el primer diente que se me cayó a los siete años, pero lo perdí, se había quedado en una manzana que comí cuando fui al circo , fue muy gracioso…”
“-¿y este paquetito con hojas de romero?”
“- es una estrella fugaz a la que le pedí deseos una noche de otoño en el bosque de la comuna, ¡y se cumplieron los tres!…-”
Es una bolsita de tela de colores pequeña, simple, con una cinta de piel marrón, parece muy importante para la señora.
Bueno, te lo voy a contar todo, pero tengo que advertirte que una vez que lo sepas ya no podrás olvidarlo. ¿estás seguro que quieres saber el secreto?.
Para Angus eso no es un problema, su memoria es prodigiosa y sus ganas de conocer cosas nuevas aun más grande y no le da miedo casi nada.
En esta bolsita caben pocas cosas, todas son muy importantes.
Cuando algo bonito me ocurre, o importante, o increíble, y me doy cuenta, lo capturo todo con mis dos manos y lo paso a una cosa que encuentro en el mismo lugar…”
Angus recordó cuentos de mag@s, hadas, totems, duendes y talismanes que le leía su tía Margalida desde que era muy pequeño.
Piedritas, semillas, conchas de caracoles, un botón, un hilo de colores, un ticket antiguo de autobús…
“- pones las manos así y atrapas el momento y lo vuelcas como si fuera agua sobre el objeto elegido, y ya está….”
Asi de facil.
Aunque pasen mil años, o un millón, veras esos tres palitos atados con una hierba, o una hoja seca, o una semilla redonda, y recordarás enseguida que son , por ejemplo, una tarde entera jugando y riendo con tu grupo de amig@s en el bosque hasta quedar agotad@s y felices…
Y lo más importante, se puede usar todas las veces que quieras.
Sobre todo cuando estás enfadad@
O triste
O aburrid@
O sol@
O nada de eso
Vas a tu lugar especial donde has escondido la bolsita de los tesoros extraordinarios
Eliges el mejor objeto para ese día y esa ocasión, lo coges entre tus manos y cierras los ojos
Y ¡¡¡magia!!!
Ya has recordado
Esas cosas hermosas que te han pasado antes!
Todas las que quieras!
Y que en cualquier momento, incluso ahora mismo, pueden pasar!
“Me tengo que ir ” dijo la abuela y Angus, el niño del bosque, no la vio nunca más.
Ella le regaló una bolsita extra que llevaba por si acaso en su morral.
Cuando se despedían Angus encontró un escarabajo seco con alas brillantes verdes cerca de la piedra donde se conocieron, y lo guardó cuidadosamente
Para recordar siempre ese momento
Gabriel Vairoletti , alias TATANKA

